Del mar a la montaña, de la montaña al mar, Elevada, Grande, Imponente, Altitud maravillosa que nos desliza por el valle de la higuera, no, de la higuera no, el valle del Higuerón, así se le conoce, porque es alto y grande y, nos permite mirarnos en la inmensa planitud del gran espejo, que emerge a la superficie en los amaneceres del mediterráneo Andaluz. El sol primero nos inspira para navegar hasta perdernos en la ilusión del horizonte, en la ilusión de la cordillera plana que se eleva al final de esa gran profundidad, donde los ojos no distinguen lo real de lo irreal, en la ilusión de disfrutar de experiencias que solo se viven en el plano sensorial. Este es el sur, el mar mediterráneo que nos da la brisa, la frescura y la alegría de poderlo contemplar.
Villa Eivissa nos ha sorprendido, ha caído del cielo aterrizando en Buenavista de Mijas, en este bonito lugar que la ha acogido, aquí puede mostrar sus encantos por fuera y por dentro, creando espacios únicos para vivir y disfrutar.
Villa Eivissa merece vivirse, por su amplitud, por las comodidades que ofrece como vivienda, por su belleza, diseño y por su ubicación perfecta con maravillosas vistas al mar.